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El Foramen Oval y la Circulación Fetal
Antes del nacimiento, la circulación fetal incluye tres estructuras abiertas por donde pasa sangre, y que cierran poco después del nacimiento. Estas estructuras son el conducto arterioso, el conducto venoso, y el foramen oval. El foramen oval permite la desviación de la sangre desde la aurícula derecha a la aurícula izquierda.
En el feto, la sangre oxigenada (rojo en las ilustraciones) entra al sistema circulatorio a través de la transferencia placentaria. La vena umbilical lleva la sangre oxigenada a través del conducto venoso a la vena cava y a la aurícula derecha, donde es dirigida por la válvula de Eustaquio a través del foramen oval permeable hacia la aurícula izquierda. Esto permite que el ventrículo izquierdo bombee sangre oxigenada a las arterias coronarias y a las carótidas.
La sangre sin oxígeno (azul en la ilustración) que regresa a través de la vena cava superior se dirige principalmente hacia la válvula tricúspide y el ventrículo derecho. El ventrículo derecho bombea esta sangre hacia las arterias pulmonares, y a través del conducto arterioso a la aorta descendente.
El foramen oval es una abertura en el tabique interauricular, formado por una solapa del septum primum que se abre por el flujo de sangre de la aurícula derecha a la izquierda.
La sangre oxigenada que viene por el conducto venoso es dirigida por la válvula de Eustaquio hacia el foramen oval, y luego va al lado izquierdo del corazón. Esta desviación de sangre con mayor contenido de oxígeno al lado izquierdo del corazón contribuye a la perfusión de las arterias coronarias y del cerebro. Desde la aurícula izquierda, la sangre oxigenada pasa al ventrículo izquierdo, que a su vez bombea la sangre hacia la aorta y al resto del cuerpo. Desde allí la sangre regresa a la placenta a través de las arterias umbilicales. |
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